Se comienza con ponerle un fin a la modernidad sólida, se habla de solida ya que los sólidos, a diferencia de los líquidos, conservan su forma y persisten en el tiempo: duran. En cambio los líquidos son informes y se transforman constantemente: fluyen. Por eso se llega a la conclusion con la metáfora de la liquidez, la cual es la adecuada para aferrar la naturaleza actual de la modernidad. Bauman no ofrece teorías definitivos, se limita a describir nuestras contradicciones, las tensiones no sólo sociales sino también existenciales que se generan cuando los humanos nos relacionamos. Nuestras comunidades son artificiales, líquidas, frágiles; tan pronto como desaparezca el entusiasmo de sus miembros por mantener la comunidad ésta desaparece con ellos. No es posible evitar los flujos, no se pueden cerrar las fronteras a los inmigrantes, al comercio, a la información, y al capital.
LUGARES EMICOS: lugares donde no existen vínculos, no perduran interacciones y no invitan a la permanencia.
LUGARES FAGICOS: “Templos del consumo”. Lugares característicos del consumismo, que están dentro de la ciudad pero que no hacen parte de ella.Son lugares “limpios de la suciedad de las ciudades” donde la apariencia de la identidad común y la igualdad parecen tener cabida; y, además son el equilibrio perfecto entre seguridad y libertad.
NO LUGARES: Lugares habitados desde lo físico, desde lo meramente espacial y el cual carácter es publico peor no social.
LUGARES VACIOS: Son lugares que no hacen parte del imaginario colectivo de la ciudad, y se encuentran perdido en el espacio urbano.
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